Aunque la bajada en origen de los precios puede no verse reflejada para el consumidor final, productores advierten sobre una fecha para la estabilización de precios
El último boletín del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación advierte de que el precio del aceite de oliva ha venido descendiendo desde mediados de septiembre. Y por lo menos al cierre de noviembre, los precios presentaban casi un 5% menos respecto a los precios de meses como julio y agosto, meses durante los cuales este producto llegó a alcanzar el techo de los 10 euros por litro en los supermercados. Dicho descenso se ha mantenido igualmente durante las primeras semanas del mes en curso. Y, según datos del organismo, hasta el pasado 19 de noviembre, el precio del AOVE registraba los 776,57 euros por cada 100 kg. Esto es, un 4,55% menos que hace un mes y medio. Eso sí, los expertos advierten de que los precios no volverán a ser realmente bajos mínimo hasta 2025, dado que la actual cosecha también está siendo escasa.
¿A qué se debe esta bajada y qué podemos esperar los próximos meses? Productores y otras voces del sector explican que, en parte, dicho comportamiento se explica por las expectativas de la campaña 2023/2024. Desde el mismo ministerio han previsto una producción de 765.000 toneladas, es decir, un 15% más que la anterior. E incluso, se podrían alcanzar las 800.000 toneladas si la sequía diese tregua. Dichas expectativas promueven una mejor negociación del precio en las almazaras, lo que finalmente se refleja en un menor precio en origen. La pregunta, sin embargo, sigue siendo cuándo dicha bajada podrá reflejarse en los precios finales al consumidor.
Y es aquí donde precisamente entramos en otro terreno. La razón es que, el precio final del aceite que vemos en los supermercados, tiene sumado los costes de comercialización, envasado y distribución. Aun así, desde el sector envasador advierten que no son los responsables de la última gran escalada de precios. Por el contrario, desde patronales como Anierac y Asoliva aseguran incluso haber tenido que reducir sus márgenes de ganancia en el último año. Y que solo «cumplen estrictamente con la Ley de la Cadena». Es decir, «se respeta que nuestros precios de venta nunca sean inferiores a los precios reales de adquisición a los olivareros».
Por último, y en cuanto al precio final al consumidor, pese a que en origen los precios ya comienzan a reducirse, tendencia que se espera continúe a medida que avance la actual campaña que finaliza en febrero, lo cierto es que, tal y como lo afirma el presidente de Deoleo, Ignacio Silva. Una estabilización de precios en los puntos de venta y supermercados no se verá reflejada sino hasta junio del próximo año.
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