Se trata de una especie autóctona qSUSCRÍBETE
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Se trata de una especie autóctona que puede encontrarse en diversos puntos de Andalucía y cuya presencia es un indicador de calidad de los ecosistemas fluviales
Las musarañas son unos pequeños mamíferos similares a los ratones pero con un hocico más largo y puntiagudo. Un pequeño animal que se alimenta de insectos que es bastante común en toda Europa. Pero también existe un animal de esta familia que es mucho menos frecuente, que es autóctono de Andalucía y que está amenazado en la actualidad: el Musgaño de Cabrera (Neomys anomalus).
Se trata de uno de los dos tipos de musarañas de agua que habitan en Europa y se distribuye prácticamente por todo el sur del continente. «Es un tipo de musaraña totalmente autóctona y endémica de Europa y se distribuye por todo el sur, desde el Mar Negro hasta Andalucía», detalla a IDEAL José María Gil, investigador del departamento de Zoología de la Universidad de Granada.
Su distribución está muy restringida en España, limitándose a las zonas montañosas y con ríos bien conservados de la mitad sur del país. «Es una especie muy estricta en cuanto a la calidad del agua que necesita para vivir», cuenta Gil, que detalla que solo vive en lugares bien conservados, siendo un gran «indicador de calidad» de los ecosistemas fluviales.
«Su mordedura paraliza a los insectos pero a nosotros como mucho nos produciría una pequeña hinchazón»
José María Gil
Investigador del departamento de Zoología de la Universidad de Granada
En Andalucía su distribución es «un poco desconocida», ya que se trata de un animal al que se le ha prestado «muy poca atención». «No sabemos cuál es su situación exacta aquí, aunque se han visto en Sierra Nevada, en la Sierra de Huétor, en la Sierra de Almijara, en la Sierra de Cazorla y Segura, en zonas de Málaga oriental y en la Subbética cordobesa», añade el experto de la UGR.
Sobre su situación en Andalucía, Gil reconoce que es una especie que no figura en el catálogo de fauna protegida andaluza a pesar de que «posiblemente sea una especia amenazada». «Es un animal amenazado y que necesita un poco más de atención de la Administración Pública porque su presencia es un reflejo de si la calidad de los ecosistemas fluviales es buena o no», argumenta.
Características y mordedura
Sobre cómo es el Musgaño de Cabrera, el investigador explica que es «relativamente grande» para ser una musaraña. «Son mamíferos muy primitivos que miden como mucho 10 centímetros de longitud sin contar la cola y que tienen el hocico afilado». Esta especie concreta es «muy curiosa y particular» ya que mientras que las musarañas comunes son insectívoras terrestres, la musaraña acuática tiene «costumbres acuáticas», alimentándose de invertebrados acuáticos.
Su saliva tiene una sustancia tóxica que paraliza a sus presas aunque no es peligrosa en seres humanos: «Paraliza a los insectos pero a nosotros como mucho nos produciría una pequeña hinchazón». Algo que sería realmente difícil que ocurriera, ya que dar con ellas es muy complicado debido a sus hábitos nocturnos.
«Sabemos por su presencia por los rastros que dejan y porque se trampean cuando se intentan capturar a otras especies», comenta Gil, que reconoce que en sus más de 30 años de trayectoria solo la ha visto «en tres o cuatro ocasiones» mientras trabajaba con cangrejos de río y en las trampas alguna vez se encontraba con estos animales. «Es un animal que lleva aquí seguramente más tiempo que nosotros y la probabilidad de contactar con él es muy remota, no debe preocuparnos en absoluto», finaliza.
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