GRANADA DIGITAL/ El verano afecta a la microbiota intestinal: cómo protegerla desde la alimentación y el descanso /
Desde la Unidad de Microbiota de Vithas Granada se recomienda prestar especial atención al cuidado de este equilibrio intestinal
Con la llegada del verano, las altas temperaturas, los cambios en la alimentación y las alteraciones en el sueño pueden impactar negativamente en la microbiota intestinal, un ecosistema clave para la salud inmunitaria, metabólica y cerebral. Desde la Unidad de Microbiota de Vithas Granada se recomienda prestar especial atención al cuidado de este equilibrio intestinal durante los meses cálidos.
"El verano no solo cambia nuestro ritmo de vida, también cambia nuestro intestino", explica la nutricionista de la unidad, Patricia Martínez. Estudios recientes han documentado que en esta época del año se producen fluctuaciones en la composición bacteriana, con un aumento de Bacteroidetes y variaciones en Actinobacteria. Estas alteraciones pueden tener consecuencias si se combinan con otros factores típicos del verano como una dieta rica en azúcares, alcohol o baja en fibra, y la exposición prolongada al calor.
Además, la calidad del sueño, que suele verse afectada por el calor y las actividades estivales, también desempeña un papel crucial. Las alteraciones del sueño —como el insomnio, los horarios irregulares o el descanso fragmentado— están asociadas con disbiosis intestinal y una menor producción de metabolitos protectores como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC). A su vez, una microbiota alterada puede dificultar la producción de serotonina y melatonina, hormonas esenciales para un buen descanso.
Desde la Unidad de Microbiota de Vithas Granada se recomienda apostar por una alimentación basada en el patrón mediterráneo adaptado a la temporada y a la tolerancia digestiva individual. Se proponen opciones como:
- Remojón granadino adaptado (con naranja, bacalao desmigado, aceitunas negras y AOVE), rico en omega 3, fibra y polifenoles.
- Pipirrana suave con tomate pelado, pepino, pimiento asado y albahaca fresca, aliñada con aceite de oliva virgen extra y vinagre suave.
- Salmorejo sin ajo, elaborado con tomate, pan integral, vinagre y AOVE.
- Ensaladas de legumbres con ingredientes frescos como calabacín, tomate sin piel o pimiento rojo.
- Frutas locales de temporada como melocotones, higos o uvas, que aportan antioxidantes y fibra fermentable.
“Adaptar nuestra dieta veraniega a las necesidades del intestino es una manera efectiva de proteger la salud digestiva y general, sin renunciar a los sabores ni a la tradición”, señala Patricia Martínez. “En la Unidad de Microbiota de Vithas Granada abordamos el cuidado de la microbiota de forma integral, tanto desde la nutrición como desde el estilo de vida con un enfoque multidisciplinar que logre los mejores resultados para nuestros pacientes”.
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